Inspirado en Jeshua canalizado por Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Sandra Gusella
“Confía, a los 50 años regresas al hogar”…
Siempre, muerte, estás (estuviste y estarás) presente;
te acercas con el correr del tiempo
a sabiendas que no muero por coincidencia.
Morir es liberar, regresar, recordar quien soy en realidad…
Muero sin esfuerzo –pacíficamente-, para retornar a miestado natural:
el ser, mi Yo Soy.
Muero y me rindo ante quien Yo soy
Transportándome al plano del amor
Acepto y me rindo ante ti, muerte, recibiéndote con alegría.
Muero, me despido y me libero, pero persisto (persistí y persistiré)
porque la muerte es un lazo de amor inmortal;
me marcho en amor, para volver a encontrar a quien (es) amo
recorriendo el más corto de los caminos:
el camino de corazón a corazón.
Muero en un acto sagrado,
mi alma conecta íntimamente consigo misma…
en paz, suavemente, con fluidez; ya no se resiste
sólo encuentra alivio, libertad y claridad;
creándose en un profundo y pacífico silencio
rebosante de vida y creatividad…
“¿No es trágico desprenderme de la vida, mientras parada
estoy en medio de ella?”
“No, la muerte es
testamento de un espíritu verdaderamente poderoso.”
Y cuando esto sucede, conquisto la muerte antes de morir.
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