Patio perfumado
de glicinas caprichosas,
trepando y trepando
se alzan
por la vieja glorieta
Un añoso Paraíso yergue
su tronco altivo
mece orgulloso en lo alto
su copa florecida,
El viento esparce en el aire
puñados de ramilletes
la tierra se viste muy pronto
de capullitos violeta
Las niñas alborotadas
al suelo de bruces se tiran
entre sus dedos
flores y flores enhebran
La abuela bajo la sombra
teje y desteje
ovillos de colores
Mientras se escuchan historias
de una vieja aldea lejana
Historias que llegan de tierras
tierras que aún extraña
hablan de sueños y anhelos
que antaño la guerra
le arrebatara
Tarareando canciones
entre acordes y silencios
la abuela cuenta sus penas
Penas que evocan amores
amores que vuelven
de tiempo en tiempo
Al fondo el horno de barro
humea y humea,
mientras el aire se llena
de aromas que saben
a pan casero y canela
La niñas lucen collares
de flores del Paraíso
corriendo enlazan sus manos
y en el patio resuenan
sus gritos
Mientras la tarde se aleja
un piedra libre se escucha
luego al cielo llegan
salto a salto en la rayuela,
en sus bocas desgranan
rodajas de pan caliente
La abuela viaja en el tiempo
buscando dulces besos
que esconde en rincones
poblados de secretos
Elida Isabel Gimenez Toscanini