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AYER pasé por su CASA

AYER pasé por su CASA:




Ayer pasé por su casa y vi la luz de tu ventana encendida, quedándome parado un instante observando a ver si te asomabas, notando sentidamente en la acera enfrente el rostro del ser, que tu quisiste durante tantos años, sobre tu pecho desnudo, besándolo con dedicada y delicada pasión, diciéndole suavemente al oído, que eras la mujer más feliz de este mundo, por haberme conocido aquel día de Mayo en la playa, Tú enamorada y Yo enamorado, hasta de tu forma de pensar y de caminar...,

Ayer pasé por su casa y cuantos recuerdos de novios vinieron a la mente, trayéndome sublimes nostalgias por añoranzas del corazón, cuando la dicha fue prosperidad en los sentidos brazos, para esas dos personas amables que sin mover sus labios, con la simple mirada sabían lo que querían y cuanto lo deseaban con intensidad en determinado lugar, porque su amor fue como esa vida consentida de placer sublime, aprendido, llena de gracia por glorias conquistadas, cada amanecer al despertar con un beso y una flor, que hoy son motivos profundos por esos detalles de sentimientos, para poder sobrevivir la soledad, sin ningún olvido...,

Ayer pasé por su casa, pretendiendo por un momento, lanzar por tu ventana un corazón herido envuelto en poesía, intentando captar tu olvidada atención, al poner un poco de tu persona, saliendo nuevamente a la ventana, aunque quizás para ti, pueda no ser mayor sorpresa encontrar un verso, poema o esa simple pero sincera poesía de amor, que llevaría plasmado tu inolvidable nombre amada mía y mi humilde firma, intentando lograrte enamorar como antes fue, al no poderte hoy hablar y decirte en persona, tantas cosas del alma, podría poner siempre de mi parte de esta manera, pero solo faltas Tú, para que salgas y notes finalmente mi presencia, frente a ti...,

Ayer pasé por su casa, en la Baker Street, con lágrimas en los ojos, que corrieron lentamente por el rostro a la medida que mis pies se acercaban a nivel de tu casa, sabiendo lo cerca que estaba de poder pisar sin querer, rompiendo ese hilo invisible e imaginario que divide ahora irremediablemente tu destino del mío, por ese fracaso amoroso, que ha sido la desilusión por desamor y alejamiento de tu mundo del mío, por distintos caminos, con diferentes destinos, solo escritos y sabidos por Dios.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 27052011 05:00 PM.