Al desvestirme despacio, sin prisa
como te miro cuando me besas
siento que mi piel se embelesa
y mi piel despierta y se eriza.
Poniendo tus manos sobre mi alma,
resguardo con las mias tu divinidad,
se libera mi vestidura sin un mañana
porque hoy será el día de tu verdad.
Es un gemido constante y tierno
cuando nuestros cuerpos tiemblan,
cuando las bocas ávidas se unen
y los sexos embravecidos se acercan.
Sin complejos ni por temores abismales
hundes en mi existencia tu fuego candente
mientras la líbido te enerva recreos orales
disparando la sexualidad hasta lo silente.
No hay palabras que hagan falta,
al saberte intenso y tus suspiros
que es un juego que siente el alma
con besos, pasión y rojos delirios
Ausente el permiso de recato convenido
se enferma tu templo con mi enfermedad
multiplicando la invasión de juegos vertidos
sobre el campo de mi tierra en voracidad
Mi boca atrapa el río de tu simiente
sintiendo la tibieza de tu fiebre
enredada en tus brazos hirvientes
hasta que el alba el amor celebre.
Mil planetas en el lecho giran
olvidándonos del mundo,
siento que el placer nos invita
y el abrazo se hace profundo.
Jennifer Couret - Vito Angeli