Meditaba un sabio preocupado,
pues no entendía bienal amor,
para quedar tranquilo y relajado,
comento lo que le preocupaba
a una dama bella que en su camino encontró
-Dígame si la belleza es sabia,
para sacarme de está duda que me agobia,
porque para enamorarla a usted,
ay que dar más vueltas que una noria.
Ella se que do mirando,
interesada, muda y sorprendida,
pues no tenía ni idea de que le hablaba,
ni lo que el sabio con gracia decía,
Paso por allí una fea,
que se que do parada y boquiabierta,
los miraba, sin saber lo que decir,
-La pregunta tiene mucho a debatir,
no lo tome usted como una burla,
ofensa ni agravio
usted debe saberlo mejor que yo
seguro lo estudio, usted, es el sabio.
-Dijo la fea.
El sabio, se que do un poco sorprendido,
pues la fea lo hizo cavilar,
seria cierto que la belleza no es tan sabia
como a caso la fealdad.
Autor Joaquín Méndez. Reservados los derechos.