Esta es la historia de un amor sincero, que nació de las circunstancias, creció con el tiempo, maduro con las miradas encontradas y murió por algo que aun nadie se explica.
Una mañana de Marzo como todos los días se veía caminar rumbo al vagón del metro de Madrid a una linda joven, apresurada por el reloj, abordò sin importar que ya no hubieran asientos disponibles, al paso de las estaciones sintió la joven el peso ligero de una mirada, no era la primera vez que le ocurría, desde hace ya casi cuatro meses tal vez por coincidencia un joven de apariencia honesta se postraba siempre del otro lado del vagón, enfrente suyo.
Ella por timidez nunca había levantado la vista para conocer el rostro de quien la observaba cada mañana, pero algo sintió en el pecho, algo fuerte e incontrolable que la obligo a levantar su rostro, observo fijamente por unos segundos los ojos de aquel joven que no parpadeo ni un instante, su mirada era de aquel que añoraba ser visto por fin por la mujer que le había robado el corazón desde hace tiempo.
Ella bajo la vista con mil colores en el rostro, se dio cuenta inmediatamente que gracias al tiempo que indirectamente había convivido con el joven todas las mañanas, en su corazón fue creciendo algo que nunca había sentido. Se sintió afortunada de que alguien coqueteara con ella, nadie lo había hecho antes… justamente cuando estaba a punto de levantar la mirada de nuevo, sintió que la tomaron con cuidado del brazo y fue ahí cuando el joven se presento y le pidió que no sintiera miedo, le dijo que todos los días la espera en el anden del metro para entrar al mismo vagón y contemplarla, le dijo que nunca antes había visto a una joven con tanta luz, que transmitiera tanta paz. Le dijo que aunque no lo creyera se había enamorado de ella y que haría hasta lo imposible por que aceptara a tomar una taza de café. Ella sin dudarlo acepto y confeso también sentir algo por el, era muy extraño todo lo que ocurría pero esa pareja estaba a punto de iniciar una relación limpia, honesta y llena de amor. Al entrar al último túnel antes de bajar del vagón todo obscureció, se tomaron de las manos y se dieron el beso más hermoso que nadie en el mundo se pudo haber dado. De repente se escucho un estruendo espantoso, el sonido de fierros retorcidos y gente desesperada en medio de la nada no paraba… ella logro llegar al joven gracias al tacto de sus manos, lo acaricio sacrificando las ultimas fuerzas que le quedaban, el ya no respondía, ella con un lagrima en la mejilla se acerco para darle el segundo y ultimo beso en vida para después ir juntos a un lugar sin duda mejor, en medio de la confusión quedo ahí una historia que pudo haber sido las mas hermosa en la memoria del amor.