Como un corsé atado a tu figura
Estoy cegado a tu vera
Como un perro ladrando a la luna
canto a la esperanza de la espera.
Llamo a la puerta de la certidumbre
Para que se acuerde de mi persona
Que no por más muchedumbre,
más penas vienen solas.
Proscrito corazón
No vuelvas a desterrarme
Que en asuntos como este
Solo tú sabes cómo juzgarme.