Delirio_

Mis zapatos rojos

Erase una vez una niña

Con zapatitos rojos

Que su padre le compró

Con el sudor de su frente

Con mucho mal los pagó

Esa niña a su padre amaba

Y su padre con todo su amor la cuidaba

 

Pero un día sus zapatos rojos perdió

No supo que podría decir a su padre

Que tanto le costó

La niña se encerró

No quiso salir de su cuarto

Cubrió su rostro con una manta

Cobijada bajo sus sábanas

No pronunciaba una palabra

La niña poco a poco derramaba lágrimas

Desesperanzada

Sabia que su padre

Dentro de poco

Podría ver que no se encontraba calzada

 

El dolor cubrió su corazón

Algo que niña  no soportaba

La idea de que su padre

Ya no la amara

Que sin sus zapatos rojos

Ya no tendría su mirada

 

La hora se acercaba

Y su padre llegaría pronto de su labor

su padre desde luego, pronto lo notó


Donde estaba esa niña

Con su cálida sonrisa

Que siempre le alegraba el día

Que con sus abrazos fuertes

Siempre le decía

“papito te quiero, tu siempre me cuidas”

Donde estaba la niña

Que amaba sin medida

Que siempre su llegada

Con ansias esperaba

 

Esa niña no se hallaba

Por más que su padre la buscaba

Y la llamaba

Ella sola y triste lloraba

En un rincón de la casa

en su cuarto desolada

 

Jamás encontraría de nuevo

lo mas valioso que su padre le dió

lo que ella sin cuidado perdió

-no volveré a recuperar su amor- se decía

-mi padre no me querrá de nuevo

-ya no me mirara atento

-como la última vez

 

Pronto su padre fue a su cuarto

a la puerta de su cuarto a llamar

-hija donde estás-le decía

-yo te sigo amando

-por que no me estas hablando

-que te pasa hija mía

-por que lloras así

 

la niña no contuvo sus lágrimas

no pudo soltar una palabra

no tenía como explicarle

que había perdido sus zapatos rojos...

sus zapatos rojos..


El padre por su puerta escuchaba

Los lamentos, sollozos de un desierto

Un gemir como de adentro

Que la niña no controlaba


Era su dolor

Que ella revelaba

El dolor de la pérdida

de lo valioso...

Sus zapatos rojos

 

Su padre pronto comprendió

Y una sonrisa manifestó

Hija mia aquí estoy

-No te he dejado sola- Le dijo

Mi  amor,  eterno sigue para ti

Tengo unos zapatos nuevos

Que yo mismo te escogí


Hija mía

Estoy aquí

Escucha mi voz

Que estoy para ti

Aun te cuido como antes

Y mis brazos de amor te esperan

Esperan ese abrazo

El abrazo que me dabas

Cuando esperabas mi llegada

No llores más lo viejo

Que hoy te quiero entregar


Unos

Zapatos nuevos.