Polvo somos
y en polvo nos convertiremos
pero polvo no seremos tu y yo.
(Y de los buenos)
Es bueno hablar del polvo
que abunda en cada casa
es bueno por si pasa
una escoba cualquiera
por si el polvo se le queda
a pesar de la barrida
como alma cierta en penas.
Y es bueno hablar del polvo
que se acumula en los libros
papiros y testamentos
documentos importantes
que si une los sacude
la letra cae al estante
y de un solo soplido
le queda el papel brillante.
Y hablemos en particular
del polvo que nos interesa
¿digame señora Teresa
no se lo pega ya el marido
ya no es algo querido
o el posee la riqueza?
reza que reza rocío
que ya no hay polvo en la mesa.
Polvos somos
y en polvo nos convertiremos
pero los dos
tu y yo
no lo haremos jamás.