La causa conocida, la injusticia profunda en la distribución de las riquezas
Acaparamientos de tierra en unos pocos ¿Por qué siempre el pobre tiene que esperar
ansiosamente para recoger las migajas del libertino rico?
si hay hambre en el mundo no se debe ciertamente al hecho de que la tierra no puede producir pan para todos. La razón humana siempre es más creativa para descubrir medios de destrucción que para encontrar nuevos caminos para la vida
¿Por qué pasa esto?
Porque nuestras almas están subalimentadas, ya que nuestro corazón está ciego y endurecido: el corazón no indica el camino al entendimiento. Hay que reconocer que el mundo está en desorden, porque nuestro corazón está desordenado, porque le falta el amor que podría mostrar el camino hacia la justicia. Mientras el ser humano no reconozca sus carencias, podemos hablar mucho de solidaridad, pero es mentira, porque esa solidaridad no pasa de ser simples parches.
Para que haya pan para todos, primero tiene que ser alimentado el corazón del hombre con alimentos distintos del egoísmo, de la prepotencia, del olvido de los que les hemos arrebatado lo suyo. Para que haya justicia entre los hombres, la justicia tiene que crecer en los corazones, y esto no se consigue por el puro emotivismo del momento.
Pero la justicia no crece sin Dios y sin el alimento fundamental de su Palabra.