Amarige
Amarige, 273, amarige, 273,
Vaya deliciosos perfumes, en sí ya poemas,
Un poema como el de tus ojos de obsidiana
Hechiceros perennes de mi contemplación
Amarige, no podía haber elegido mejor opción
O será que el pasado de su aroma me baña
Que mis sentidos empuñan su perfume
Siendo que por eso siempre me acompaña?
Amarige, escoltando su maravillosa silueta
Siempre esbelta, siempre perfecta,
Que mis brazos enlazan en el disfrazado
Temblor de mi devoción infinita
Amarige, quebranto de mis emociones
Por quién yo llamo mi bella dama
Quien tal vez no lo sepa,
Tal vez nunca lo supo
Amarige, aquella renuncia lejana
Que ya creía perdida en la lontananza de mi vida
La admisión irrefutable de lo que no podía alcanzar a ser
Las manos vacías que no tenían mas que sueños que ofrecer
Amarige, vestida de amarige, conductora de sueños
Que hundieron el pasado de un golpe de un zarpazo
Manos que se desenlazaron, se perdieron
Que renunciaron
Y ahí estabas, con tu ceja enarqueada,
Tu sonrisa oriental, siempre cautivadora
Con tu perfume, con tu gracia
Y la ausencia melódica de “superfreak”
Amarige, Victoria no alcanzada
Victoria buscada, Victoria arrebatada
Victoria perdida, Victoria encontrada
Eres amarige, eres la victoria anhelada
jordi