Yo aquí, y tú del otro lado del mundo.
Suspiramos, pues sólo podemos imaginar
Que más allá, existe nuestro amor errabundo.
¿Dónde estás? ¿Dónde te escondes?
¿Eres tú la solitaria gota que cae en mis labios?
¿Soy en tu cuerpo lejano la caricia de los alisios?
¿O somos una colección de estrellas fugaces?
Saludamos a los barcos que se ven a lo lejos,
Pretendiendo que lleven nuestros recados,
Mientras que con sus saludos imaginarios
Creemos que nos estamos saludando.
Entonces regresamos a nuestras casas
A continuar con nuestra espera,
Pero sintiendo que con cada minuto que pasa,
Nuestros pasos más nos acercan.
Y allí garabateamos algo en el diario:
Algunas líneas sueltas en tinta negra,
Sólo para pasar unos momentos en vela
Y luego pensar en ello mientras soñamos.