Moviendo a un mismo ritmo nuestras pelvis
esas que se unen y se separan
esas que al fundirse nos hacen ser un sólo cuerpo,
esas que se mecen,
que se buscan,
que se hallan
esas que contienen la humedad de nuestros sexos
esas pelvis que disfrutan de su encuentro
esas que, con sólo rozarse
encienden nuestras almas.