Sin sentido sin razón sin aliento
A la vereda del tiempo y con la cara al viento
Palpitando la vida apresuradamente
Saboreando los pasos ansiosamente
El juego terminó, el vicio se enredó
Entre los pasamanos de la consciencia.
Seguir marchando fiel, al ritmo de la locura
Seguir bebiendo el vino de la incoherencia
Escabullirse, sacudirse que no quede nada
De lo que pueda enorgullecer a otros
Y depreciarnos y desvalorarnos.
Morir , renacer, vivir y volver a morir
Como un círculo vicioso, como un hastío
Como un invierno que vuelve cada año.
Como las sombras como la luz: ir y volver
En un ritmo cotidiano.
Eso es hastío.
Sacudo ese hastío me quedo en mi lapsus brutus
De incoherencia brutal y verdadera.