Hacia donde caen los sueños que mueren, caen en la fugacidad risible de las copas, en los llantos enmascarados de rostros en vaivenes, falsificando inútilmente la simple complejidad del tuyo. Caen más allá de sus sombras, fantasmas de imprescindible presencia en noches enemigas. Caen delirantes, como un muerto equivocado que se lleva la vida, como la prisa y sus ansias desconocidas. Caen, caen como lluvia dolorida.
LRL
29-11-2010