ivan semilla

La puta ley

Al fin el silencio se calló la boca
las pulgas de todos pudieron saltar
se abrieron placares, se sacó la ropa
con la ley en mano, se fué la humedad.

 

Quién muere por gusto la muerte le es dulce
no tienen derecho los que tienen más
ahora está claro, brillan como luces
los que se bancaron tanta oscuridad.

  

 

Los que se enfermaron de estar contenidos
los que por vergüenza arrugaron más
los que se oprimieron y los oprimidos
los que, al fin felices, ya pueden amar.

 

 

Por los que murieron sin decir palabra
los que padecieron por hablar de más
por esos "putitos desaparecidos"
que el generalato condenó a callar.