Encendieron las luces, luego de la noche,
fue una lumbre tan natural, tan fuerte,
como para encender antorchas; quemaba...
y entonces nos vimos en la luz,
sin color... vestidos de blanco y negro,
bajo el cielo sepia,
frente al mar gris;
un amor inmortal
de tanto sentimiento,
de tanta fuerza,
de tanta lumbre,
de tanto sol.... y te pregunté
¿Si nuestro amor también fuese blanco y negro
sentirías que es bueno o que es triste?
Aun espero tu respuesta; talvez, muera esperándola,
talvez; debí contestar primero tu pregunta
pero ya no puedo... olvidé tu pregunta…
La tristeza es pasajera en todo esto;
digo pasajera, lo sostengo,
es así y será así, ella nunca será eterna,
eterno yo, eterna tú, eterno nuestro amor...
Aun espero tu respuesta no te enojes muñeca
es que cuando estoy así, feliz y triste,
se me pone el alma un poco terca, un poco inquieta...