ME HUNDO EN EL ANATEMA DE TU RECUERDO
SABIENDO QUE NO VOLVERÉ A SENTIR TU PIEL,
OLER TU AROMA A MADERA FRESCA,
QUE ME ENVOLVIA EN UN MANTO DE DULZURA.
CÓMO OLVIDAR
CUANDO NUESTRAS ALMAS ERAN UNA,
CUANDO NOS EMBRIAGABAMOS
CON EL NÉCTAR DE NUESTRA PASIÓN.
PERO AÚN VAGA LA ESPERANZA DE VOLVER A ENCONTRARTE.