Te quiero porque te quiero
y yo he querido quererte,
porque despierto o dormido
vuelvo a quererte en mi sueño.
En el amor no hay razones,
ni entrega sin compromiso.
No necesita permiso
para unir dos corazones.
Y yo que sueño quererte,
cuando despierto te quiero
y si me duermo te sueño
para no poder perderte.
Y si te pierdo te busco
y si te busco te encuentro
y si te encuentro te tengo
para estar contigo, juntos…
Es el juego del amor,
que se traduce en palabras,
que a veces también se callan
cuando canta el corazón.
El sentimiento, el deseo
tienen también su papel:
mil delicias en tu piel…
sobre tus labios… mis besos.
No es un juego, vida mía,
ni es un juego de palabras.
Son el rito de dos almas,
que entre besos se acarician.
(RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR)