Ana Maria Delgado

IDILIO FUGAZ

 
Ensayo precipitado fue tu efímero idilio,
…..ruin y egoísta querer,
que en medio de la  extraña y pesada corriente de aire,
que arrebatada e intolerante golpeaba tu cuerpo,
y que cual hocico insaciable e ingrato,
mordió y deglutió hasta el cansancio,
tu inocencia, tu decencia, los brotes de fraternidad
y se bebió sediento,
el trago exquisito de los misterios humanos,
para al final…. no acertar a hallarle agrado alguno.
 
Aunque el imprevisto abandono
te aturda y te lleve a sentir dolor,
y veas que tu vida,
hasta hace poco pintoresca y brillante,
se ha convertido en reducido espacio destruido,
donde las cosas grises y amorfas,
se reflejan por la mortecina luz
que apática se filtra,
por el anticuado y arruinado tragaluz….
no solloces …ten presente,
que es preferible y soportable
la victoria del silencio fidedigno,
ante la excusa del escándalo irrazonable
y la verdad quebrantable.
 
No hay encrucijada valida,
despierta, deja el mutismo,
junta las briznas de confianza
y sal a caminar por el monte 
permite que el viento te desplace,
en su carrera excitada  y apresurada,
a la región donde la luz ilumina con fuerza,
acércate con inquietud,
a la cúspide donde se asientan luceros,
y desde ahí, sin prevención,
desplazando dolor y temor,
arrójate al lago inmenso,
con tu desnudez sumérgete 
en sus verdes aguas frescas,
donde cada noche
se mece la luna,
atrayendo al cielo extenso,
con el tiritar de su sensual boca…
nada hasta el cansancio,
quita de tu piel  el veneno de la mentira,
sustituye sufrimiento y resentimiento,
por risas y sueños.
 
POR: ANA MARIA DELGADO P.