BESO ETERNO
Herido mi corazón por el Cupido,
sediento de la miel entre tus piernas,
ciñendo tú talle ya esculpido
por las artes del ayer, artes eternas.
Desnudo con mis manos, lentamente,
libero tu espalda, tus senos, tus caderas,
trabajo con mis dedos, diligente,
rompiendo lazos, botones, cremalleras.
Demente, hago jirones mis dedos y tu blusa
cual Quijote, libero tus pechos prisioneros
y que libres, a estar presos se rehúsan.
Los tomo con mis labios, son mensajeros
del deseo febril que por tu mente cruza
provocado por el sueño nocturno pasajero.
guivel