El sueño juguetea en la pendiente
gotas de rocío madrugador,
preludio en marimba ¡Di a mi Señor!
que quiero quedarme así eternamente,
perdura sobre el viento abrazador
que ciega el vuelo de ave refulgente,
en ecos de mi profunda corriente
la música estremece el deshonor
Es el mundo que con injusta mano
teje en el cielo una alfombre de flores
me ofrece de horizonte una caricia…
alivio a la nostalgia que más amo
y llorando por perdidos amores
mi ventura se aleja muy de prisa.
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano