requena

EL NÁUFRAGO.

Harto de tus plazas y tortuosas calles

anhelando nuevas tierras

de soleadas calles

temerario me embarqué.

¡Hay de mí!

con mi viejo barco de luidas velas

y cansadas maderas,

pretendí cruzar el mar

muchas veces navegado en sueños.

Empero..., el viento me fue adverso,

con la brújula errada y el mar embravecido...

Naufragué.

El naúfrago no llega a su destino

ni regresa al sitio de partida

yo pude alcansar el regreso

a tus seguras playas

y estoy aqui, junto a ti

buscando  nuevamente

la tibieza de tu lecho.

La primavera a caido a tu jardin

los árboles han enverdecido

y los lirios florecido.

Quiero caminar en tu jardin

muy juntos tomados del brazo

sin pedir ni dar perdón,

sin hablar del ayer ni el mañana,

solo vivir ese anhelado momento

como fue en pasadas primaveras.

                               requena.