si el sol
se acabara
y reinara la noche
tú piel seguiría siendo una seda.
si el mar
ya no fluyera a su cauce,
no importaría,
porque teniéndote a ti, no se necesita agua.
si el dolor
gobernara en la tierra,
tú mirada daría la esperanza.
si el viento
se convirtiera en tormenta,
tú presencia haría que el tiempo fuera obsoleto para no sentir.
si tú pensamiento fluyera ante el mío
la inmortalidad no alcanzaría,
para no dejarte de mirar.