Sin olvidarme que la quiero tanto
me he dado cuenta que el amor acaba
que aquello eterno que me imaginaba
pasó fugaz para mi desencanto.
Sin pretender disimular el llanto
del que mi vida se ha tornado esclava
musito triste "¡qué reciente estaba
y hoy ha concluido mi feliz encanto!".
¿Qué más nos falta, corazón...? ¿En cuánto
tiempo de vida nos vendrá el sosiego?
¿Cuánto de más nos durará el espanto?
O ¿acaso el costo de amar a lo ciego
se mide en luto de forma entretanto
que un mar de frío nos apaga el fuego...?