Leandro Rodríguez Linárez

(Intitulado XXI)

Te celebro, en las altas cumbres de mi cama, en esta pila bautismal en que se ha transformado mi almohada, radicando tu nombre en mis insomnios de enredaderas que trepan mi alma, que solo yo soy capaz de ver, de sentir, como un espíritu santo personal. Se quejan los ruidos de tu silencio, sangra el piso sombras de negro hondo, porque no son las tuyas la que lo rocían como una noche desértica e infalible, de firmamentos ebrios que ansían tu ecuménica cintura.

Te celebro bienamada, cuando las fuerzas han caído olvidadas, como una ola en un mar calmo y remoto, te celebro cuando la euforia baja la mirada y me ve… o cuando es el cristal de mis manos que vomita en mi interior consuelos transitorios, falsos, de mundos sofocados. Te celebro antes de vivir un segundo, cuando el día cambia su alias, te celebro mi bienamada, te celebro.

LRL

31-5-2011