lamime

Esta locura mía

Sentada de frente a tu ausencia

sólo puedo reconocer que te extraño

sin explicación, sin razón

sin causa distinta a que no puedo olvidarte

sin motivación aparente

sin más remedio

sin que haya un solo pretexto

sin otro fundamento que el que un día te conocí

y que desde entonces, no pude olvidar tus ojos dulces.

Ya están echadas las cartas

y en esta vida no seremos más que lo que somos

o valga decir, más de lo que no somos

somos dos desconocidos, dos piezas del azar

dos asombros y dos realidades lejanas y distantes

dos saludos y dos hasta luegos

o quizá dos hasta siempres.

No nos conocemos y no nos volveremos a encontrar

y aún así, mi mente te echa de menos de vez en cuando

quisiera tal vez recordar tu voz para sentirte cerca

tal vez tener alguna referencia de lo que haces para poder encontrarte

tal vez algún pasatiempo en común o un colega en conjunto

pero la triste verdad es que no somos ni siquiera amigos

somos una casualidad que no volverá a repetirse.

Y aún así sentada frente a tu ausencia

charlando con mi locura y desasosiego

perpleja de los delirios de mi imaginación

absorta por esta necesidad de tropezarte un buen día

y anhelando tener la inmensa fortuna de verte,

sólo puedo reconocer que te extraño.