De tus manos rotas carentes de estilo
Con pistilo muerto y aullidos enroscados
De tacto corrugado y olor a tabaco
De esas manos muertas, frías y arrugadas
Esas que siempre me dieron
Con calor temprano
Una caricia entera
Con un ánimo grato
Antes de vida alegre
De cordial trato
Con sonrisa cálida
Llena de arrebatos
Y ese delirio radiante
De velos bailando al aire
Se ha cansado ya
De los paseos de lo razonable
Haz dejado la ternura
Con que siempre me hablaste
Has olvidado la locura
Con que juraste amarme
Así me he cansado yo
De tus injurias letales
De tus versos mal escritos
Y ese calor maldito
Que tus manos se rompan
Ya de tanto tocar
La carne desgastada
Que jamás te pudo amar
Alrac Ocir