He tenido la osadía
de escribirte nuevamente
-pues mi corazón-No miente
ni se entrega a la afonía…
¡Perdona…! Si desvaría
este loco entendimiento
que va asfixiando el aliento
de tenerte entre mis brazos
¡no dejemos los ocasos
ni al labio que esté sediento!
Es mi edad o mi demencia
o ya, haberte conocido
-pero- ¡me siento vencido!
Aún así pido audiencia
¿qué quizás? Vuelva clemencia
ese pequeño momento
¡que no será desaliento
ni una amarga negación!
Con esto te digo adiós
aunque al decirlo…Yo miento.