Porque en frase
o en palabra,
o concepto
o sentimiento,
empiezas por una T
seguido de una E
y no lo entiendo.
Y al siguiente paso encuentro
de los blancos querubines
la primera Q en el cielo.
Y de glaciar o río
ahora ya comprendo
dónde está la U
que tan tranquilamente espero.
I, eso es lo que busco
a falta de no hallar
esa E que tanto anhelo
entre tu blaca piel
o tu castaño pelo.
Pero al menos la siguiente
fácil asunto es resuelto
pues en mi nombre está la R
eso es lo que aquí yo veo.
Y por terminar, suspiro entero
al encontrar mi ansiada O
en la calidez de tu besos.