Decir adiós es el
consuelo
amar como si no se
amara
soñar y volver al
vuelo
corazón de fuego
que se quemara.
Una vida, mi vida
tal vez
ese ayer y su
ceniza
vuelvo al camino
de revés
buscando alguna
señal huidiza.
Quietud en el
olvido
sembrando sombras
en el abismo
no puedo recuperar
lo vivido
ni tampoco volver a ser el mismo.