Destilan por mis manos las fragancias
como en el infinito las estrellas
los deseos de mi mente viajan
y escribo para ti mil melodías bellas.
Describo poco a poco los espacios
en que habitan nuestros cuerpos
cuando ya se acercan tan despacio
y tus labios entre besos muerdo.
Explico al universo mis razones
de quedarme y no alejarme
no pretendo separar dos corazones
solo espío la posibilidad de enamorarme.
Dejo en tus delirios mis quebrantos
y la razón olvido en un instante
pues estando solo entre tus brazos
no me queda más remedio que adorarte.
Pues entre el satín de tu cabello
y el terciopelo de tus manos
mis sentidos voy perdiendo
mis defensas voy bajando.
Ríe el viento de acordarse
la promesa que los dos hicimos
“nunca hemos de enamorarnos”
pero desde siempre nos quisimos.
Y despacio arrulla la esperanza
de la felicidad perene
pues sin ti pierdo ya la calma
no hay consuelo que me serene.
Mientras vuelo mariposas
en la dicha de tus ojos
y anido golondrinas
en las ansias de tus labios.
Voy pintando de colores
esta aurora de mis versos
como pintare algún día
por tu piel todos mis besos.
¡Calma!... digo al mundo
cuando estoy en tu presencia
que mil años dure un segundo
y solo un segundo tu ausencia.
Seguiré gritando al cielo
en silencio aquí sentada
que derramare las letras
de esta mi alma enamorada.