tu, con tus bragas quietas, esperabas
a que llegara yo con mi manguera.
tú sabias que yo, como una fiera,
te quería penetrar y me aguardabas.
subimos al coche sí, fuimos tan peras
que no se nos ocurrio mejor idea
que hacerlo en pleno campo, con mirones,
con una camara web que sí enfocaba
a mis cojones