Tengo un amor virtual
que me está quitándole sueño
Que me quemo entre sus pechos
de yo sentirme su dueño
Que en cada poema suyo
dejo mis ojos prendidos
y aunque me diga que no,
nunca mi amor se ha rendido
Cuando beso yo su boca
me imagino como en el cielo
me siete como un león
que a mi rival voy comiendo
al acariciar sus nalgas
con piel de frutas salvajes
me invade una borrachera
que fuerte que es su brebaje
mira que hasta en la distancia,
hace que yo me sea feliz
cada noche me desdoblo
y voy a su nido a vivir a morir
morir de amor y de dicha
de felicidad, perfumada
pues sus carnes son las rosas
del jardín de mi ilusión
sus caricias son mi aliento
su cuerpo ni perdición
Autor Joaquín Méndez. Reservados todos los derechos
02/06/11