He de escribirte hoy,
con esta fecha que a la letra copio
…¡hoy!
Con un amargo despliegue
en mis palabras
(amiga –amiga mía) Son las 15 horas
con treinta y cinco minutos…
del día 2 de Junio del 2011
-que agrio momento describen mis palabras-
¿pero qué razón tiene el destino?
Tú tienes aún todo un sendero que recorrer
los valles y los tiempos
con júbilo te esperan…
Pero yo…Yo ya recorrí esos caminos
y te puedo enseñar lo que tú quieras.
No mires mi cabello que emblanquece
mucho menos juzgues los años que te llevo
…que para morirse hoy
hace falta un devaneo.
Tal vez ya cumplí con mi destino
¡luché con maremotos
y tornados!
…y, hoy vivo de mis triunfos y fracasos.
Amiga. Amiga mía si un día no me ves en tu camino
ni mi voz se escurre por tu oído
o mis versos no vuelven a ser brío
-no te aflijas no me he muerto-
Simplemente que la vejez
me ha descubierto.