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Convencida y definida; aludida e irreprimida,
tatúo tus virtudes con adjetivos que me rompen
la costumbre de olvidar el dolor en esta vida
al ser reemplazado con permanencia tus días.
En la mecánica de la perfección es desconocida
la prueba de que hayas sido única sin repetición
pero puedo atestiguar con la mirada constituida
que nada se podrá igualar a lo que hizo tu pasión.
Rebelde de monumento elevado sin adoradores
pero con solo un seguidor que te tiene amante
contando por cada segundo, uno tras uno, soles
que se apagan por hecho de que seas diamante.
Invariable al cambio por contra de la monotonía
reluciendo tu ímpetu de belleza amor sin parangón
desvistiendo mis ansiedades del miedo a la agonía
hasta quedar mi alma pura de flama con tu visión.
Convenir con el tiempo un pacto de duración dura
no será lo que me preocupe para resultarte presente
dado que aún cuando las noches sean más oscuras
lo que siento por vos vivirá amando para siempre.
Vito Angeli