//Destellos titilando a capela… me deliro entre tristeza bipolar//
"Tacto de astillas"
y te busque entre mis dedos… he recorrido mis recuerdos… soñando nostalgia y desvelando crepúsculos ajenos, así mis ramas… siguen estando atoradas entre los pájaros… hechos de efímeros pétalos.
Un laudero de almas… me promete dejarme sin cicatrices de costura… yo no le creo… pero mis ojos me timan.
Veo que las noches… tus manos las alcanzan… como cuencas etéreas vacías… que solo miran.
Se desenfoca la luna… en la lucidez de su estela, extraviada… no perdida, cuando canta el preludio de una voz… a través de la lluvia. Es la luna la que llueve… y el silencio… el que llovizna.
Fragmentos… bajo las costuras de mis labios, costuras que se desgastan… degradando el silencio.
No se… si mis manos están mudas… o es que de tanto sollozar por dentro… he quedado sordo.
Trato de calcar… los trazos de la lluvia… en tus dedos finos, donde el tacto del cielo pregunta.
El incienso que emana la luz… me parece ajeno… porque diluye mis parpados, desde que mis pestañas están secas… pero las siento aún goteando.
(Traza… dejadez en sus promesas piadosas, duerme a tu realidad… de cenizas)
Miro… mi reflejo discreto en la llovizna, me siento feliz cuando la música que creo o escucho… se derrama mis cabellos… haciendo de mi cabeza un metrónomo inquieto…
Los pájaros que sostenían el árbol… se desintegran, recreando un ciclo inerte… el auténtico morador de la luz… que esta ciega, lo sé… porque tras mi sombra va a tientas.
Los tiempos convergen… con los relojes del sueño, citando a una voz asidua… que va olvidando…
Guardando mis minúsculos mares… en vasijas de seda, con febril tristeza… navegando… en tus manos que ya no están, ocasionando derroches… de diluvios eternos… en una mirada vacía.
Con mi poetisa de música… leyéndome partituras de letras. Al final volteo y encuentro a este… que es un yo solo… agrietando sus mejillas… en el atril de su recuerdo.
Deshojo los parpados… hasta hacer que me miren… deshilar la sonrisa triste que llevo, enjuagando mis dunas de llanto… labrando esencia esculpida, pero aún encallado… en el vaivén del eco que se responde asimismo…