Ser una ficticia foto de la realidad,
Ser no yo, alguien más.
Alguien que no había soplado el aire
De las ciudades solitarias.
Ser una sombra con el Sol en el horizonte,
Perpetuando en los silencios
Que sigue los rastros de los borrados recuerdos
Que se desvanecen al ritmo del tango Bonaerense.
Encontrarme en donde no estoy,
En aquel lugar en donde las estrellas hablan
Y no se callan, no se callan al unisón de lo creado,
En lo que el cielo ha engendrado en una cuna del pasado.
Ser no yo,
Una petición fuera de lo razonable,
En donde la mente de la gente en una enigma del presente
Cuestionan al hombre que debate lo fundado,
Al hombre singular con su locura insanable.
Vivir en los recuerdos no vividos,
De alguien, que ha sembrado los sonidos de alegría
Con una sonata que ha albergado
Más de un corazón en llanto fatigado.
Ser no yo,
Una forma de escapar de las decisiones no tomadas,
Que tiran para bajo, al fondo de los mares,
Al lecho, cuyas grietas de sequia
Excitan confusiones,
Que más de una ocasión encorvan los modales de los sabios.
Ser notas de una melodía nunca compuesta,
Nunca escuchada pero que se pudo apreciar,
Al director se le ha pedido la orquesta
Que envaina sus instrumentos de proeza
En un acto frente a una inimaginable multitud
Cuyos oídos perplejos de bisbiseos de una extraña naturaleza,
Se han cegados, enmudecidos,
Con los aplausos que estremecen
Los cimientos de mi puente… del más allá.
Copyright SerafinGlr 2011