Su arrogancia y altivez, quieren silenciar mi canto
No señor, no se confunda, no soy esclavo, soy libre
Yo digo lo que pienso y lo que digo no invento
Lo digo con valentía, soy hombre de victoria
No crea que no caído, lo que pasa es que levanto
Lo digo humildemente me he levantado cien veces
Mi alimento es sazonado con el sudor del esfuerzo
¿Y usted, cuanto sabe de eso? Lo pregunto con respeto
Mientras mira de su altura, más pequeño me parece
Su codicia es sobrepeso y aun así, le falta un kilo
No lo digo con ligereza, yo lleno sus arcas de divisas
Y usted la rebalsa con su miseria
Miro mis manos endurecidas y pienso agradecido
Aunque nunca están colmadas, me siento un hombre rico
Una carcajada me distrae, y nadie ha reído
Era su conciencia señor de traje, sin querer la oído
La corrupta celebraba la colusión que usted hizo
No lo digo con envidia, sino con gran repudio
Vuelvo a mi pensar, estar en el suyo es perder el tiempo…
Y usted si sabe de eso, pues es dueño del tiempo mío
Si el tiempo se pagara en oro y usted dueño de la balanza
Que tiempo mas miserable, ya no habría esperanza
De sus colmillos un destello, me esta intimidando
No es que tenga miedo, pero se que algo malo esta tramando
No quiero laureles no lo preciso, el esfuerzo me corona
¡Ay de usted!, con tanto oro sigue siendo un miserable
Su pobreza es innegable, no todo lo bueno se compra
Lo imprescindible y eterno no lo da el apellido
Es el fruto de nuestras obras, comparemos nuestros frutos
Y veremos a quien le falta y a quien le sobra