Te invito a que me creas cuando te digo que te amo.
Es una declaración sincera, tierna, lenta y repetida.
Te lo digo cada vez que lo siento,
con cada respiro, cada vez que te tengo cerca.
Discúlpame mi insistencia, pero es así.
Y si a mi declaración de amor, suave y obcecada,
la acompaña una tenue sonrisa; créeme también por favor,
Ha de ser este amor, matizado
por la felicidad de saberte cerca, ahí,
esperando un nuevo susurro enamorado en tu oído,
Ha de ser que mi ser se siente pleno junto al tuyo.
Por eso, te invito a que me creas cuando te digo que te amo.