Un beso tuyo se convierte en agua,
en amor, en perdón, en pasión,
en sonidos sin palabras.
Lávame con besos tuyos el cuerpo,
la mente y el alma.
Borra de mí los pecados
que siempre sueño contigo.
Tus labios de agua cristalina
siempre están en mí, al alcance de mis labios
de mis dedos y mis manos,
al alcance de mi amor.
Un solo beso de los tuyo
mis labios ya suplican, dalo por piedad,
sin recelos ni arrepentimiento,
dámelo vida mía
para volar en el firmamento.
© Armando Cano