rouz64251

LA MURALLA QUE EVITA LA ÚLTIMA LUZ

En luchas constantes entre su ser y el mío

Debates airados por una posesión etérea

Golpes invisibles que he intentado soslayar

Se llevan los bríos, cada vez con más soberbia

 

Aprovechándose de la indefensión que muestro

Ante aquel ser que conoce todos mis secretos

Atado a mi escritorio en un perpetuo arresto

Cada vez más cínico, sin sentido el ser discreto

 

Ya las lágrimas se han derramado de su urna

Ya las sonrisas se han roto, se han cuarteado

Oculto tras el último pilar que evita la luz diurna

Tras la barrera que impide que sea incinerado

 

Una mirada ferviente de la que desborda rabia

Un espíritu que todavía no acepta la derrota

Lo observo fijamente, mientras derrocha labia

Buscando ilusiones, aunque fuere en gotas

 

Como sentenciada a muerte, mi mirada vacía

Su sermón no encuentra de mi boca respuesta

Intentando engañarlo mientras busco razones

Recordando que los cazadores nunca desertan

 

Recordando que alguna vez sentí cálidos labios

Que derritiendo glaciares llegaron a mis mejillas

Recordando haber presenciado que existen sabios

Haber disfrutado y reído por cosas tan sencillas

 

Un disparo resonando en las paredes de la galería

Manchando el pasaje entre la muerte y la vida

No le hace justicia al conocimiento adquirido

Con las manos desnudas intento detener al olvido

 

Ante las mordidas que se llevan mi esencia

Que se alimenta de mis tesoros más preciados

Le busco a mi vida una especie de pertinencia

Para alejar a las fauces que me tienen acorralado

 

Entonces recuerdo que en el final del trayecto

No hay más que la recolección de lo recorrido

Una sonrisa verdadera invade a mi espectro

Es momento de cerrar un telón ya desteñido

 

Y mientras yazgo en la orilla de la desesperación

Escucho al unísono a las voces de la inocencia

Cantando un réquiem que me otorga la salvación

Pues aunque he perdido, encontré mi respuesta

 

Mi final no ha llegado por mis propias manos

Mi corazón se ha detenido con total naturaleza

Entre luchas que han demostrado no ser en vano

Esta presencia se despide del mundo con entereza.

 

Andrés Ruiz H.