La vida existía por todas partes
en la brisa calida de cada mañana,
en su sonrisa sincera que me henchía el alma,
en la vitrina de alguna tienda
donde se detenía a contemplar
los vestidos que le interesaban,
si... la vida estaba en cualquier lugar
por donde ella con su belleza transitaba,
y la luz de sol se transformaba en oro
cuando se desplomaba sobre su cuerpo de Diosa,
y sigue habitando en todas partes
esa energía que hoy esta tan aparte
y sigue estando ahí en cada cosa que contemplastes,
en cada comida que desgustates,
en cada color que destacaba tu talle,
todo sigue estando aquí,
en cada tramo por donde caminamos
y sigo palpitante,
mis ojos tristes ya
no te encuentran y sólo me queda inventarte,
pero no has partido
vives cincelada en mi alma
y yo esperando volver a encontrarte,
es la esperanza de un amante
que se le fue la vida en un instante
y se aferra a la ilusión de algún día
poder encontrarte,
tu no estas y yo tampoco estoy para nadie,
sólo para los recuerdos que me dejaste