Claire

SIGUEN SONRIÉNDOME LAS AMAPOLAS

 

 

De rojo quiero verte llegar,

de repente, como una ilusión,

feroz como la luz,

como el recuerdo

de tu voz.

 

Ahí, donde estás tú, nace mi libertad.

El alba clara y la bruma,

las noches de luna

y las palabras ajenas.

 

La ribera dulce de tu encanto,

el espanto y la risa loca de mi

primavera.

 

Hay que ser una amapola

Para rozar el cielo.

Y ahogarse con colores nuevos

para cruzar un vuelo.

 

Hay que ser para entenderme

un poco.

Para mimar el viento

con el pensamiento,

para escuchar la lluvia

desde adentro.