Fue la tarde
fiel testigo de nuestro encuentro;
fue el café
la bebida que unió nuestro deseo.
Unas palabras a borbotones
se atropellaron de recuerdos,
las ideas llamaban a ideas,
y también surgió, ¡cómo no!,
algún que otro proyecto..
Fue la tarde,
plena de diálogos inconexos,
necesidad de comunicar
todos nuestros anhelos.
Fueron breves horas
las que se convierten ahora
en estos improvisados versos.
Fue aquella tarde
que sin querer se fue
cuando fundimos en un abrazo
todo mi emoción contenida
y la querida amistad de Andrés…