Lo que el viento se ha llevado
son las promesas de quienes gobiernan,
viles engaños que nos han creado
una realidad que nunca se concreta.
Como los actos de una dramática obra
así van pasando los años,
parece ser esta una inmutable historia
ya que sólo cambia el escenario.
Fue hace un bicentenario
cuando mi pueblo la libertad consiguió,
pero fue hace unos cien años
cuando la democracia y justicia conoció.
Hoy la ira a nuestra Nación encamina:
el pueblo de las mentiras está cansado,
va vertiéndose en nuestro ser la semilla
que germinará el sentimiento revolucionario.
Los corazones al unísono latirán,
se caerá la venda que nos ha cegado,
poco a poco la furia al pueblo dará
un ferviente espíritu de cambio.
Se recordará a todos por cuyo sacrificio
se hicieron inmortales entre los hombres,
a quienes por un mejor futuro, ahora ficticio,
lucharon grabando en la historia sus nombres.
He aquí lo que pasará mañana:
más violencia invadirá las calles,
muchos no volverán a ver la luz del sol,
la orfandad y muerte reinarán los hogares
marcando de nuevo a nuestra Nación.
No será fácil ganar la batalla,
pero como cada centenario lo volveremos a hacer,
nos levantaremos entre los escombros
y reconstruiremos todo otra vez.
¡Patria mía!
Mis letras por vez primera te dedico
postrándome humildemente en este estrado
rogándote que nos protejas, a tus hijos
bajo tu tricolor y poderoso manto.
¡Patria mía!
No dejes nuevamente caer a tus hijos
en los mismos errores del pasado,
es verdad que la historia es cíclica;
pero los tiempos y métodos han cambiado.
¡Soltad las armas compañeros!
Y escuchad las voces de los caídos,
ya no más muerte ni sufrimiento;
la rebelión no es el único camino.
Yo también soy mexicana,
y como tal también lucharé,
usando como arma mis palabras
del ultraje a mi país defenderé.
Las falacias de los gobernantes
no se solucionaran generando violencia,
es necesario que exista un cambio;
¡Si! un verdadero cambio de ideas.
¡Patria mía!
Que sean escuchados mis versos te imploro;
emprendiendo la búsqueda de los ideales perdidos
para los que por ti murieron no olvidemos en un futuro,
como lo que día a día a lo lejos se lleva el viento.