DESPIERTA, QUE MI AMOR TE LLAMA
Cada noche al acostarme en el silencio,
entre sabanas colmadas de misterio,
con la suavidad de un niño/
toco tu cuerpo.
Y turgente en la oquedad/ de mis manos lo siento,
que va llenando espacios y acariciando el viento,
el cual mudo la piel
por mis manos de lienzo.
Dormida entre azucenas
te despierto con besos
y sólo se oye el eco
de mi suspiro lento.
Con mansa paz subiendo/ voy trepando tu cuerpo,
como serpiente tierna me envuelvo en tu silencio,
y te endulzo los labios de almíbar que cayendo
sobre tu redondez, en tu centro lo dejo.
Y es Dejo sin censura,
un vaivén que entreabierto,
se abre de par en par como barco que inhiesto
al mar se hace zarpar para sentir contento,
las caricias prohibidas de las olas en vuelo.
Y algo… se levanta,
algo… despierta yerto,
erguido como palma,
robusto como Enebro.
¡Es el amor cariño/ el que te está sonriendo.
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