Quisiera que me agendes en tus ojos
cuando un antojo te vuelva a dar
cuando te des un chapuzón con la memoria
y nuestra historia salga a flotar.
No sé ,a vos, tal vez, te quedó un beso
algún abrazo para vibrar
pero sabe que a mi me quedó un fuego
que me incinera al recordar.
te quise tanto como pude
y si no pude quererte más
fué porque tu juventud enardecida
bebió la vida hasta saciar.
Por si algún ¡ ahorita ! se te antoja
no dudes nunca, volvé a llamar
que en este lado, a toda hora,
siempre este tonto te va esperar.