Decididamente estoy aquí,
entre esta maraña, en desventaja.
Hilvanado los hilos de mis ganas.
Decididamente estoy aquí,
aguardando y velándome los dedos;
arrastrándome al final de todo tiempo,
todo para endulzar tus senos máximos,
para entibiar el agua de tu pecho.
Y en esta decisión apasionada
lo que sigue es la entrega sin más pausas.
Ya no tardas en llegar con tus anzuelos,
con tu paisaje ardiente y entronado.
¿Sabes? no comprendo por qué mis vasos llenos
y esta chispa en la punta de mis miembros.
Te deseo en desventaja de mí mismo:
Al frente de este aire caluroso.
Al frente del temblor de mi garganta.
Ya no tardas en llegar...puedo sentirlo
en la noche que avanza estremeciéndose.
Llegas con tu marea en luna llena
para vibrar los dos a un sólo ritmo,
para probar los retos de los cuerpos.
Has llegado inundando los minutos
con tu fiebre cercana y explosiva.
Estás aquí...vamos al cielo!
que este ardor contagie hasta las sábanas.