Tu corazón es el cielo
abre la puerta
para que pueda entrar.
Quiero contagiarme de ti,
llegar hasta tu alma
donde anida la verdad.
Déjame entender lo divino
atraves de tu mirar,
me llevaras de la mano,
serás el verdadero poder
para conocer a Dios.
En la clara agua de tu sencillez
permiteme lavar
mi sucio traje de vanidad,
mis ropas manchadas
de insensatez.
Prestame tu sol,
dame permiso
de secarme todo
con los tibios rayos
de tu cálido amor.
Llorando igual que un niño
con su juguete roto
pondré en tus manos mi vida
para poderla arreglar.
requena.
mis ropas